Hermosillo, Sonora, 28 de julio de 2019. El presidente de Escritores de Sonora, A. C., Ignacio Mondaca Romero presentó ayer por la noche en la Librería Gandhi de esta capital, la novela “El submarino amarillo” de Manuel Alberto Santillana, quien previamente ha publicado la novela “Para construir tu cuerpo”, Instituto Sonorense de Cultura, 1989, así como “Instrucciones para un no tan desenfrenado amor”, Universidad de Sonora, 1997.
En el acto, Ignacio Mondaca señala que El submarino amarillo de Manuel Santillana no es una novela histórica en el sentido que se atribuye al término, pero sí es una novela que juega abundantemente con la historia.
Al resumir el argumento de la novela, explica que son los años álgidos de la Segunda Guerra Mundial. Los países del Eje buscan apoderarse del mundo, pero enfrentan el poderío militar y económico de los Estados Unidos. Gracias a los avances de la tecnología la guerra se despliega por aire, mar y tierra de manera trepidante y muy pronto el espíritu bélico encuentra en el espacio submarino una manera de obtener ventajas estratégicas.
Narra que los estrategas japoneses planean atacar a los Estados Unidos desde el Pacífico y cuentan con una creciente flota militar y aérea. Como avanzada despliegan un comando de submarinos que permitan el arribo clandestino de soldados espías al continente americano. México es uno de los objetivos por su obvia situación geográfica, de manera específica el noroeste donde trascurre mayormente la trama de la novela.
Comenta Mondaca Romero que el capitán Ichiro Watanabe, protagonista de este relato, llega a las costas del norte de Sinaloa y establece un austero campamento desde donde enviará señales a la flota japonesa. Es la región costera de Ahome que por ahora se encuentra desolada, habitada apenas por pequeñas poblaciones de agricultores y pescadores ajenos por completo a los acontecimientos que se precipitan en Europa y otras latitudes del mundo. A pesar de su desconocimiento del idioma, Ichiro logra comunicarse a señas y sobrevive para cumplir con su misión. Sin embargo, el destino le tiene preparada una jugada imprevista: su encuentro con la rubia sonorense-sinaloense Berenice Lostanau Anguamea.
Manifiesta que la inédita historia de amor que tiene lugar luego de este encuentro ofrece al autor la posibilidad de explorar un aspecto casi mítico de la cultura oriental: el erotismo. Al lado del honor, la disciplina y el sentido del deber del japonés, que en la narración se ofrece de manera profusa, aparece el lado humano y apasionado del guerrero. El lector encontrará en varios capítulos un manejo fino y delicado del amor carnal que sirve de contrapunto a la ferocidad de los acontecimientos que enmarcan el tiempo y el espacio de los esposos amantes.
Expone que Ichiro y Berenice procrean tres hijas y su idilio trasciende el fin de la guerra. El austero campamento se convierte en el hogar familiar donde transcurren los años de forma imperturbable. Las noticias del ataque a Pearl Harbor, la destrucción de Hiroshima y Nagasaki, y la apabullante derrota japonesa son noticia que llega a cuentagotas y a destiempo a los apartados resquicios de Ichiro.
Expresa que por razones que el lector encontrará interesantes, Berenice es una mujer culta, gran lectora y segura de sí misma. Se enamoró del soldado japonés a primera vista y decidió que lo suyo no sería un matrimonio convencional ni con los ladinos moradores de su pueblo ni con los vaqueros de Ahome. Así se traza esta personalidad que sustenta el relato central de la novela.
Advierte que la nostalgia está también en el menú de los japoneses e Ichiro no está exento de ella.Terminará por marcharse a su tierra bajo el influjo de un sentimiento del que no pudo desligarse jamás. Berenice y sus hijas, por su parte, llevarán una vida que no es conveniente contar aquí.
Ignacio Mondaca argumenta que Manuel Santillana nos permite asomarnos a un hecho controversial: ¿Es verdad que toda circunstancia de la vida germina como reflejo el paso de los años y el peso del espacio global? ¿Que ningún hecho, por aislado que parezca, escapa del entramado existencial que lo subyace?
Nuestro autor, dice Mondaca Romero, une su obra a la de Guillermo Munro, César López Cuadras, Juan Esmerio, José Manuel Di Bella y otros autores contemporáneos que se atreven a observar desde otras atalayas lo que acontece en nuestro horizonte inmediato, eso que quizá erróneamente interpretamos como regionalismo. Lo hacen con la imaginación. Vagan por el mundo a través de sus lecturas, de sus viajes, de su experiencia vital. Lo que hace diferente al novelista es que se atreve a dar cuerpo a su propia interpretación del mundo.
Por su parte, Manuel Santillana, revela detalles del proceso que tuvo en cuenta para escribir la novela, como son, entre otros, el haber conocido en Phoenix, Arizona, a la hija de un soldado japonés que le platicó la historia de su padre. Afirma que “El submarino amarillo” es la primera de la trilogía de novelas, junto con “Simpatía por el diablo” y “L.A. Woman”, dedicadas al noroeste de México.
Asimismo, el autor y Mondaca participaron en la parte final del evento en un interesante intercambio de preguntas, respuestas y comentarios, con los asistentes a este acto de presentación.
Manuel Alberto Santillana, es originario de la Ciudad de México. En el campo profesional es médico egresado de la UNAM y especialista en medicina familiar por el IMSS. Además, maestro en Ciencias Sociales por el Colegio de Sonora y doctor en Ciencias en Salud Pública por el Instituto Nacional de Salud Pública.