Al conmemorar el Día Internacional del Trabajo, el secretario general del SNTE, Alfonso Cepeda Salas, encabezó una reunión virtual, con más de 60 mil dirigentes magisteriales, como fueron los miembros de los comités ejecutivos seccionales, con sus respectivos secretarios generales, dirigentes delegacionales y de escuela del país, así como los integrantes de los Órganos Nacionales de Gobierno de la agrupación sindical.
Debo decir que me gustó la intervención del líder nacional del SNTE en el referido encuentro, ya que abordó cuestiones fundamentales para el gremio, tales como la vacunación de los trabajadores de la educación que se ha considerado de alta prioridad para el regreso a clases presenciales; la próxima respuesta de la SEP al Pliego Nacional de Demandas 2021, que se construyó con el concurso, con la participación de más de un millón 100 mil compañeras y compañeros; las gestiones con la Secretaría de Hacienda y el ISSSTE, con el objetivo de mejorar las pensiones de los jubilados; y la garantía de que será un proceso democrático el que se llevará a cabo en las elecciones que se realizarán para renovar dirigencias en diferentes secciones del país, pues la democracia directa y participativa que practica el Sindicato le otorga pleno poder a la base sindical para la toma de decisiones y “ese es el mejor anticuerpo para evitar la restauración de prácticas patrimonialistas y de dirigencias vitalicias, y nefastas prácticas de opacidad y corrupción”, subrayó Alfonso Cepeda Salas.
Pero el líder del SNTE dijo además, que el Sindicato se ha forjado como actor educativo, laboral, social y político, (y que) “no podemos sustraernos a participar en ninguno de esos ámbitos, porque de ello depende nuestra capacidad para defender nuestras causas fundacionales: la escuela pública y los derechos de los trabajadores de la educación”, lo cual es rigurosamente cierto y me da pie para comentar un tema que desde hace muchos años me ha llamado la atención, que es el de los medios de acción sindical.
Veamos el asunto más detenidamente. Con cierta frecuencia se realizan en nuestro país, conferencias, cursos, talleres y seminarios sobre el sindicalismo mexicano, latinoamericano y mundial. Los temas fundamentales que se abordan, tienen que ver con la estrategia sindical ante los retos que implica la globalización, la situación económica, la reforma laboral, y muchos más de índole general.
Sería inexacto afirmar que lo anterior no es importante, sin embargo, hace falta también en México, que se hable más sobre aspectos relacionados con la táctica sindical. En ocasiones el bosque no deja ver el árbol. A veces se tienen explicaciones puntuales sobre grandes temas de interés general, como el neoliberalismo, la reforma del Estado, el proyecto de país y otros de no menor relevancia; pero cuando se entra al terreno de la táctica, del qué hacer en situaciones concretas, se pierden los analistas en generalizaciones que no aclaran gran cosa.
Dicho en otras palabras, estamos saturados de cuestiones estratégicas; pero escasos de estudios sistemáticos en el terreno de los medios de acción sindical.
Todos sabemos que la estrategia es de naturaleza general y la táctica tiene que ver con el mundo del detalle, con los pasos prácticos que se deben dar en una situación determinada. La táctica se ocupa de las formas de lucha, de los métodos de lucha o de los medios de acción sindical, que es el renglón donde se presentan las mayores discrepancias entre las diversas expresiones sindicales, ya que todas coinciden en los objetivos, en las demandas, en las cuestiones de orden general.
Los artículos 1 y 3 del Estatuto del SNTE, hacen referencia, respectivamente, a que el Sindicato se constituye en diciembre de 1943 para el estudio, defensa y mejoramiento de los intereses comunes de los trabajadores de la educación, así como al importantísimo hecho de que el organismo gremial tiene registro definitivo en el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje, es decir, tiene la representación legal del gremio magisterial.
De lo anterior se desprende, que los recursos que debe utilizar el organismo para alcanzar sus objetivos, son, entre otros: el diálogo, la negociación, la concertación y los acuerdos, que son instrumentos consagrados de la democracia en el mundo entero; impulso a la acción educativa, laboral, social, política y legislativa, como bien dice el maestro Alfonso Cepeda Salas; vincular a la organización con los padres de familia y demás sectores de la sociedad mexicana; acciones de pertinente coordinación y fraternidad con el movimiento sindical internacional; adecuado empleo de los medios de comunicación y de las propias redes sociales; manifestación y mitin públicos, con base en el artículo 9 de la Constitución Federal, y huelga, como forma superior de lucha.