Quiero expresar con toda sinceridad, compañeras y compañeros, que me siento profundamente emocionado por este evento y también porque cada vez que nos reunimos la suma de voluntades en torno a la educación, en torno a la defensa de los derechos de los compañeros que representamos es algo que se fortalece, que se consolida y agradezco profundamente que, en representación de un gran amigo del magisterio, que lo ha demostrado en los hechos, el Licenciado Andrés Manuel López Obrador, Presidente de la República, nos acompañe la Maestra Luisa María Alcalde Luján, secretaria de Gobernación de México. Gracias, gracias Maestra.
La segunda Maestra que ha salido de las aulas de las escuelas, de la lucha social, de la lucha sindical y que, generosamente, el señor Presidente le ha concedido al Sindicato una demanda histórica, que una maestra o un maestro de esas características se hiciera cargo de la Secretaría de Educación. Nos sentimos muy orgullosos Maestra Lety, la Maestra Leticia Ramírez Amaya, de que seas la secretaria de Educación Pública.
Un gran amigo también del magisterio nacional, pero en particular del estado de Hidalgo, gracias Licenciado Julio Ramón Menchaca Salazar, por acompañarnos.
Un gobernador que en muy poco tiempo se ha ganado la voluntad, el ánimo de los trabajadores de la educación de Puebla, gracias. Bienvenido, Licenciado Sergio Salomón Céspedes Peregrina, gobernador del estado de Puebla.
Agradezco la presencia de quien nos ayuda directamente a solucionar problemas muy específicos que surgen en cada entidad y que encabeza la comisión negociadora nacional SEP-SNTE. Bienvenido, Contador Óscar Flores Jiménez, titular de la Unidad de Administración y Finanzas de la Secretaría de Educación Pública.
Gran amigo también del SNTE, en poco tiempo. En muy poco tiempo se ha ganado el cariño, el afecto de los trabajadores del Politécnico Nacional. Bienvenido, Doctor Arturo Reyes Sandoval, director general del Instituto Politécnico.
Gracias por su presencia a quien ha facilitado y mucho la Toma de Nota y la solución de problemas laborales que llegan ahí al organismo público que él encabeza. Bienvenido, Doctor Plácido Humberto Morales Vázquez, presidente del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje. Gracias, Doctor.
Muy distinguido presídium, compañeras y compañeros de los Órganos Nacionales de Gobierno Sindical, distinguidos legisladores, legisladoras, muchas gracias por acompañarnos.
Diputados, senadores, gracias, muchas gracias. Agradecemos su acompañamiento.
Gracias servidores públicos que nos acompañan.
Muy queridas, sobre todo, muy queridas maestras y maestros, trabajadores de la educación y sindicalistas de todo el país.
¡Bienvenidos a esta celebración tan especial!
Para mí, compañeras y compañeros, es un orgullo enorme pertenecer al magisterio nacional, ejercer la representación de nuestra Organización y estar hoy, aquí, celebrando los 80 años de nuestro querido Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.
Me siento muy honrado, muy, pero muy afortunado, de formar parte de la dirigencia nacional del SNTE en estos tiempos de transformación del país y del sindicalismo.
Tiempos de cambio para recuperar, y proyectar hacia el futuro, el carácter social y popular del Estado Mexicano.
Tiempos de justicia para la clase trabajadora y para todo el pueblo de México.
Es un orgullo celebrar con todas mis compañeras y compañeros maestras, maestros, trabajadoras y trabajadores de la educación, con nuestras entrañables amigas y amigos jubilados y pensionados que son un sector muy importante de nuestro Sindicato.
En febrero de 1944 el SNTE recibió de las autoridades laborales su Toma de Nota, consolidando con ello su legitimidad y su representatividad: como movimiento gremial, organización sindical, actor social y educativo.
Al conmemorar este 80 Aniversario festejamos la vitalidad, la experiencia acumulada a través de tantas y tantas luchas por la defensa de los derechos de la niñez y la juventud y de las y los trabajadores de la educación.
Celebramos las convicciones que nos legaron los fundadores y reafirmamos los compromisos con la educación pública, con la base trabajadora, con la sociedad toda.
Conmemoramos ocho décadas de historia ejemplar haciendo escuela, de entrega, vocación y servicio, de trabajar con pasión por la educación de nuestra niñez y juventud.
Son ocho décadas de construir, cada día, una organización unida, solidaria y democrática.
Ocho décadas de servir a México, a favor de un desarrollo económico con bienestar, de causas fundamentales como la justicia social, la equidad y el ejercicio pleno de las libertades y derechos constitucionales.
Durante todo este tiempo, hemos honrado nuestro origen y principios fundacionales: por la educación al servicio del pueblo, por la defensa de los trabajadores, por el fortalecimiento de la escuela pública.
A lo largo de toda nuestra existencia hemos contribuido a mantener la paz social, a fortalecer la unidad nacional y a profundizar la democracia; hemos sido impulsores del patriotismo mexicano y defensores de la soberanía nacional.
Hemos alcanzado logros extraordinarios. Fuimos protagonistas en la construcción y consolidación del sistema educativo nacional; en la elaboración de los diferentes planes educativos; la expansión de la escuela pública; la creación del Libro de Texto Gratuito y el incremento de la matrícula escolar.
Hemos sido protagonistas en la construcción de un sistema político democrático, y en la democratización del sindicalismo.
Muy recientemente ayudamos a superar la mayor crisis sanitaria en los últimos cien años y lo hicimos, dentro de todas nuestras posibilidades, garantizando la viabilidad del sistema educativo, aun en las condiciones más adversas.
Todos estos desafíos, citados de manera muy somera, han forjado el compromiso y participación del magisterio al lado del pueblo de México; poniendo siempre el interés educativo y el de la sociedad por encima de cualquier otro.
Hoy somos un Sindicato de mujeres y hombres libres; un Sindicato que es, a la vez, organización, legado ideológico, movimiento e institución social.
Celebramos tener una organización nacional y unitaria, con 58 secciones sindicales, con 22 mil delegaciones sindicales y más de 166 mil representantes de escuela.
Celebramos un legado ideológico que se expresa en la defensa de los principios del Artículo Tercero Constitucional; en el respaldo a las causas populares y progresistas del país.
Somos una institución y un movimiento social profundamente arraigado a la vida cotidiana de las comunidades.
Cada día garantizamos los servicios educativos en todo el país; y cada día ponemos al país en marcha: Casi treinta millones de niñas, niños, adolescentes y jóvenes con sus madres, padres y tutores, movilizándose a diario hacia más de 216 mil escuelas, en donde les esperan más de millón y medio de maestras y maestros. Se trata del movimiento social más importante de México.
¡Tenemos tanto que celebrar! ¡Y tenemos tanto de qué sentirnos orgullosos!
Ocho décadas de permanente entrega a México lo sintetiza todo.
Es un gran orgullo ser aliados de la sociedad, de las madres y padres de familia.
Hoy en día, el magisterio es, además, un actor central y un aliado de la transformación que está en marcha para construir un futuro con esperanza y bienestar para todos.
En estos ochenta años el magisterio contribuyó a consolidar la escuela pública como el espacio privilegiado donde se construye la relación entre el Estado y la sociedad; donde el Estado cumple con su responsabilidad y garantiza el derecho humano a la educación.
Muchas veces hemos sostenido, y lo reitero ahora, que hay Estado social mexicano, porque en su origen hubo escuela pública y porque hubo igualmente un colectivo heroico: el magisterio nacional.
Hoy en día, hay confianza en la educación, hay convivencia social y desarrollo comunitario, gracias a la escuela pública; y todo esto es posible, porque en cada escuela está presente este colectivo organizado, esta comunidad de maestras y maestros determinados a servir al pueblo.
Un colectivo que hoy se organiza en el ¡¡Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación!!
En los años más recientes, participamos proactivamente en la reforma del Artículo 3º de nuestra Constitución, de la Ley General de Educación y estamos construyendo los cimientos de la Nueva Escuela Mexicana y con ella, la edición de nuevos Libros de Texto Gratuitos, en cuya redacción por primera vez en la historia de la educación en México han participado maestros que están en las aulas, maestros que están en los grupos. Gracias maestra Leticia Ramírez para que se lo comunique al señor Presidente de la República.
Desde hace años demandábamos la construcción de una pedagogía nuestra, de una pedagogía mexicana, surgida de nuestra realidad y no importar corrientes pedagógicas que venían de otros países que venían de otros lugares muy diferentes a esta heterogeneidad que existe en nuestro país y que requiere del concurso de las maestras y los maestros. Con mucho gusto le notifico que el 100% de las maestros y maestros tiene licenciatura. Entre el 65 y 70% tiene maestría; y el resto, el otro 30%, está cursando doctorado o ya son doctores en educación. Esa es la calidad de las maestras y los maestros de México.
En el gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador hemos recibido respeto, reconocimiento y respaldo del jefe de las instituciones.
El Presidente ha recibido de nuestra parte una lealtad y apoyo total a la Cuarta Transformación Nacional.
Como suele decir el Presidente: Amor con amor se paga.
¡Es un honor estar con Obrador! ¡Es un honor estar con Obrador! ¡Es un honor estar con Obrador!
El apoyo del Gobierno de la República a las maestras y maestros se ha traducido en la redignificación del magisterio, en certidumbre laboral, un logro histórico, gracias a la excelente disposición y a la orden que dio en su momento el señor Presidente de la República, para cientos de miles, casi un millón de trabajadoras y trabajadores, en incrementos salariales por encima de la inflación, estamos seguros de que también tendremos mejores pensiones, porque la reivindicación es de todos y cada uno de nuestros derechos laborales, profesionales, económicos y de seguridad social.
Compañeras y Compañeros:
Celebramos nuestro 80 aniversario, y tenemos la determinación de cumplir muchísimos años más.
El futuro que nos espera es prometedor. Los importantes logros alcanzados en estos últimos cinco años fortalecen nuestra esperanza de que lo mejor está por venir, porque, sin duda habrá de continuar la Cuarta Transformación y estamos en ese camino.
¡Sin educación no hay transformación! ¡Sin educación no hay transformación! ¡Sin educación no hay transformación!
Apostamos a cumplir muchos, muchos más años de entrega a la educación y de compromiso con la patria.
A todo México, a la sociedad, a las madres y padres de familia, les decimos que seguirán contando con sus maestras y sus maestros, que la educación de la niñez y juventud seguirá siendo nuestra prioridad.
A todo México queremos decirle que pueden seguir confiando en el SNTE, porque somos una organización responsable, que honra su origen, sus principios y sus compromisos.
Somos una organización que avanza en su propia transformación, vamos a profundizar los cambios democráticos que estamos viviendo. Voto universal directo, secreto, nominal y procesos transparentes. No más dedazos, no más imposiciones, que los dirigentes los elijan las bases, cada maestra, cada maestro, cada trabajador de la educación.
Nuestro origen popular es una fuente de mayores exigencias, no de conservadurismo ni de inmovilismo.
Con nuestra rica experiencia histórica, con nuestra unidad y solidaridad sindicales y con profunda convicción social, seguiremos luchando por un México humanista, plenamente desarrollado, justo, libre y democrático.
Vamos a seguir poniendo todas nuestras capacidades, fuerza e iniciativa al servicio del pueblo; vamos a continuar, igualmente, apoyando al Gobierno de la República, para siga avanzando en erradicar la desigualdad y la pobreza, para que siga impulsando el desarrollo con justicia.
Esperamos que, en este marco de negociación que en este momento existe entre la Secretaría de Educación Pública y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, querida maestra Leticia Ramírez Amaya, estimado contador Óscar Flores Jiménez, que podamos suscribir una respuesta salarial, prestacional y de todos los órdenes, para las maestras y los maestros de México porque se lo merecen; y aquí esperamos que otra vez se manifieste.
¡SNTE! ¡SNTE! ¡SNTE! ¡SNTE! ¡SNTE! ¡Unidad! ¡Unidad!
¡Unidad! ¡Unidad!
Les reitero mi convicción: seguiré honrando las responsabilidades asumidas con nuestros agremiados, con la educación, y, sobre todo, con el desarrollo del país y el bienestar de los mexicanos.
¡Les he convocado a recuperar nuestro origen y a construir con visión de futuro un mejor SNTE y un mejor México!
¡Vamos a darle larga vida al SNTE!
Les recuerdo que en nuestro Sindicato, Uno somos todos y todos somos uno.
¡Qué viva el sindicalismo!
¡Qué viva la educación pública!
¡Qué viva el SNTE!
¡Qué viva el SNTE!
¡Qué viva el SNTE!