Por José Guadalupe Montaño Villalobos
Magisterio en Línea / Hermosillo, 20.07.2025
El profesor Juan Antonio del Bosque Reyna, mi estimado compadre y amigo, escribió el libro “A Dios lo encontré en la cárcel”, cuya presentación se llevó a cabo ayer sábado por la tarde noche. Tuvo presentadores de lujo, a saber: Juan Manuel Ávila Félix, Jorge Pesqueira Leal y Enrique Zavala, quienes realmente se lucieron en su exposición, así como el propio autor al hacer uso de la palabra.
Motivos de fuerza mayor me impidieron estar en la presentación en forma física, pero seguí el hilo de la misma a través de YouTube y de Facebook, de modo que disfruté el evento como si hubiera estado presente, además de que ayer mismo leí de un tirón el libro, que previamente fui a comprar en la Comunidad Terapéutica que preside Del Bosque. La dedicatoria del autor: “Para mi querido compadre Lupe Montaño, con mucho aprecio”.
En lo que concierne al contenido del libro, debo decir de entrada que me parece una obra muy valiosa. Me impresionó la seriedad con la que toma su misión en la vida, la que consiste, según sus propias palabras “Rescatar lo rescatable en cada ser humano”, para lo cual ha entrado en contacto directo con miles de personas privadas de su libertad que creyeron en su programa “Libertad con responsabilidad”, desde 2000 a la fecha.
En ese sentido, es muy ilustrativa la sección del libro que denomina “Las historias desde las celdas” en la cual narra las historias de presas y presos que le cuentan en primera persona sus angustias, sufrimientos, esperanzas y desengaños.
Llama la atención también la parte de la obra en la que comparte su experiencia en el II Congreso Mexicano de Logoterapia en México, con grandes expositores, pero sobre todo la forma en la que llevó a la práctica sus enseñanzas ya que motivado por la lectura del libro “El Hombre en busca de Sentido” del doctor Víktor Frankl, cuenta Del Bosque que nació la idea de formar un grupo de 14 internos del Cereso 1 de Hermosillo, para lo cual dieron lectura al libro, “despertando cada vez más el interés por esa inmortal obra, tan inmortal como su autor”, de manera que la semilla de la logoterapia que nació en el aludido Cereso de esta capital, ha fructificado en todo Sonora en cambios de conducta en personas privadas de la libertad, cambios que documenta el autor en su libro “A Dios lo encontré en la cárcel”.
De hecho, Juan Antonio del Bosque se considera un discípulo de Víktor Frankl desde hace 25 años, y si usted ha leído el libro “El Hombre en busca de Sentido” como lo hice yo hace cinco años, sabrá de lo que estamos hablando. Por mi parte, lo voy a releer.
No hay necesidad de decir más. Le recomiendo el libro. Puede comprarlo en las instalaciones de la Comunidad Terapéutica, ubicadas en avenida Sonora número 24, esquina con Garmendia de esta capital. Precio: 250 pesos.