Ciudad de México, 31 de octubre de 2018. Después de que el pleno del Senado acordó, con 104 votos, modificar el orden del día de ayer martes para debatir sobre la consulta ciudadana para decidir la sede del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), tema en el cual se manifestaron posturas encontradas de los Senadores y Senadoras del Congreso de la Unión.
Como se sabe, la citada consulta ciudadana dio como resultado la cancelación del aeropuerto que se iba a construir en Texcoco, por lo que en el Paquete Económico 2019, que el gobierno federal entrante enviará al Congreso de la Unión a más tardar el 15 de diciembre de 2018, incorporará los recursos necesarios para iniciar la modernización de los actuales aeropuertos de la Ciudad de México y Toluca, así como para expandir la capacidad de la base de Santa Lucía.
En el debate, sobresalió la participación del Senador Rubén Rocha Moya, quien defendió con argumentos sólidos la consulta ciudadana en la tribuna del Senado de la República, al manifestar en primer lugar, que la decisión de hacer la consulta es una generosidad de Andrés Manuel López Obrador, ya que pudo no haberla hecho, habida cuenta de que la consulta central básica, contundente, se hizo el 1° de julio y el 1° de julio ya se sabía que Andrés Manuel no estaba de acuerdo con el aeropuerto (en Texcoco), subrayó.
De tal manera, dijo, “que quienes votamos por Andrés Manuel implícitamente votamos por su preferencia en razón de este gran proyecto; sin embargo, creo que dentro de esa generosidad está de manera también implícita un mensaje muy interesante, ¿qué queremos que ocurra de aquí para adelante en materia de decisiones?”
El Senador Rocha Moya afirmó que, “el valor de decidir lo tenemos todos los días y a cada momento, y particularmente el servidor público tiene el derecho y la obligación de decidir. Aquí el problema fundamental es qué decides, cómo lo decides y qué consecuencias o efectos tienen tus decisiones, aquí es el tema central”, apuntó.
En el mismo sentido, explicó que en este tema nos “encontrarnos con una decisión que ya había hecho el actual Presidente de la República (Enrique Peña Nieto) al parecer con consulta también, nada más que con una diferencia, él consultó para arriba a la élite empresarial, a los inversionistas, a los que finalmente escogieron para hacer justamente el proyecto, y los que decidieron invertir, luego vino un método distinto, vamos a consultar pero hacia abajo, a los que pueden ser las víctimas de las consecuencias de una decisión costosa que atenta contra el medio ambiente, que atenta contra los derechos de las comunidades y de los pueblos aledaños y, por supuesto, una decisión que contiene una alta dosis de corrupción”, puntualizó el senador Rocha Moya.
En otra parte de su intervención, en respuesta a la Senadora Kenia, en relación con qué va a pasar con los 200 mil millones de pesos, el Senador Rocha Moya señaló que, por cierto, no sabía si al efecto los habían invertido, para después argumentar lo siguiente:
“Yo les quisiera decir que también se mortifiquen, porque, ¿qué pasaría con los 200 mil millones de pesos que ahora vale el actual aeropuerto? Que si nos vamos a Texcoco, que ya no nos vamos, parece ser que no, pero de abandonar el actual aeropuerto, abandonaríamos una inversión de la nación de 200 mil millones de pesos.
“Pero miren, ustedes que defienden tanto el recurso de los inversionistas, hay no menos de 36 hoteles de cinco estrellas alrededor del actual aeropuerto y no menos de 200 restaurantes y negocios, ¿qué pasaría con todo eso?
Ese tipo de cosas habría que preguntarles”, aseveró el legislador federal de Morena.
A continuación, se transcribe en forma íntegra, la versión estenográfica de la participación del Senador Rubén Rocha Moya, en la sesión ordinaria de la H, Cámara de Senadores, celebrada el martes 30 de octubre de 2018:
“El Presidente, Senador Martí Batres Guadarrama: Tiene el uso de la palabra el Senador Rubén Rocha Moya.
El Senador Rubén Rocha Moya: Gracias, Presidente.
Buenas tardes Senadoras y Senadores.
En verdad ya a estas alturas ya se dijo todo, vamos a ver si hay algunas cosas que podamos precisar.
Primero, yo quiero decir, porque para mí es fundamental, que la decisión de hacer la consulta es una generosidad de Andrés Manuel López Obrador, él pudo no haberla hecho. La consulta central básica, contundente, se hizo el 1° de julio y el 1° de julio ya se sabía que Andrés Manuel no estaba de acuerdo con el aeropuerto.
De tal manera que quienes votamos por Andrés Manuel implícitamente votamos por su preferencia en razón de este gran proyecto; sin embargo, creo que dentro de esa generosidad está de manera también implícita un mensaje muy interesante, ¿qué queremos que ocurra de aquí para adelante en materia de decisiones?
Fíjense bien, el valor de decidir lo tenemos todos los días y a cada momento, y particularmente el servidor público tiene el derecho y la obligación de decidir. Aquí el problema fundamental es qué decides, cómo lo decides y qué consecuencias o efectos tienen tus decisiones, aquí es el tema central.
Y en este tema es encontrarnos con una decisión que ya había hecho el actual Presidente de la República al parecer con consulta también, nada más que con una diferencia, él consultó para arriba a la élite empresarial, a los inversionistas, a los que finalmente escogieron para hacer justamente el proyecto, y los que decidieron invertir, luego vino un método distinto, vamos a consultar pero hacia abajo, a los que pueden ser las víctimas de las consecuencias de una decisión costosa que atenta contra el medio ambiente, que atenta contra los derechos de las comunidades y de los pueblos aledaños y, por supuesto, una decisión que contiene una alta dosis de corrupción.
Y dirían algunos: “¿Y de dónde sacaron que hay corrupción en los contratos?” Pues es el pan de cada día.
Lamentablemente cuando venimos aquí a plantear nuestra posición en nuestros posicionamientos respecto a este tipo de temas, no ofrecemos nuestros antecedentes. No tengo la mejor duda que le haría falta, por ejemplo, a nuestros compañeros del PAN antes de venir y reclamar el tipo de decisiones, justamente decir “ya fuimos gobierno” y nosotros decidíamos justamente con las élites empresariales, tienen que decírselo porque esta tribuna es un escaparate donde nos están viendo todo mundo y es importante que se sepa este es un antecedente, y si hay algún mea culpa, tiene que entenderse que lo sepa la gente, que fueron los fundadores de los moches, y los moches se llaman mordida, soborno, lo que ustedes quieran y que fundamentalmente se aplica en los contratos de obra.
Todo eso, pues que esconden nuestros compañeros, los evidencia y claro, vienen a defender aquí los intereses de los inversionistas que, por cierto, les digo, todo el derecho tienen los inversionistas de este país a ser representados en las Cámaras, pero hay que decirlo claramente, ese es interés, porque si su polémica acá es electorera tendrán que reconocer, pues que ustedes representan la parte de la pirámide mucho más arriba, y que tendrían que declararlo para no mentirle a la gente.
Pues esos son temas importantes que creo que deben ser resaltados y la Senadora Kenia, que se ha preocupado mucho de qué va a pasar con los 200 mil millones de pesos que, por cierto, no sé si al efecto los han invertido.
Yo les quisiera decir que también se mortifiquen, porque, ¿qué pasaría con los 200 mil millones de pesos que ahora vale el actual aeropuerto? Que si nos vamos a Texcoco, que ya no nos vamos, parece ser que no, pero de abandonar el actual aeropuerto, abandonaríamos una inversión de la nación de 200 mil millones de pesos.
Pero miren, ustedes que defienden tanto el recurso de los inversionistas, hay no menos de 36 hoteles de cinco estrellas alrededor del actual aeropuerto y no menos de 200 restaurantes y negocios, ¿qué pasaría con todo eso?
Ese tipo de cosas habría que preguntarles.
Voy a terminar con esto,
A propósito de lo que fue la gran consulta del 1º de julio, porque me interesa precisar una cosa que se ha venido presentando o se ha venido colando a partir de las preguntas, el tema del IEPS, pues el tema del IEPS también fue resuelto el 1º de julio, no hay necesidad de consulta.
Yo no estaría en la idea de que debiera hacerse una consulta, porque fíjense ustedes Andrés Manuel dijo, no va a haber nuevos impuestos, no van a crecer los que actualmente existen, van a bajar en la frontera, el IVA y el ISR sólo allá.
Vamos a acabar con gasolinazos y vamos a parar el crecimiento de los precios.
Ese fue su compromiso.
Eso es justamente lo que está por cumplir y no tiene, por lo tanto, que buscarse a través de una consulta, inclusive ya nos lo han preguntado los propios medios con respecto a qué pasaría en el caso del IEPS.
Ya está resuelto, quienes votaron por Andrés Manuel sabían que no bajaría más impuestos que los de la frontera, no hay ningún IEPS, no hay ningún otro y que, por lo tanto, un gobierno requiere de tener recursos para poder implementar una serie de políticas.
Por ejemplo, el interés, y aquí van a tener que, aquí va a haber necesidad de que se tome una posición, el interés de bajar el 50 % del IEPS supone 125 mil millones de pesos, el programa nuevo que no tiene presupuesto para apoyar a 2 millones 600 mil jóvenes son 108 mil millones de pesos.
Tendrán que decidir una cosa u otra a la hora de justificar su demanda de que pudiera hacerse una consulta de esta naturaleza.
Yo creo que vale la pena hacer una discusión integral al respecto, pero finalmente pienso, con respecto al tema del aeropuerto que están dadas las cosas, y lo más importante, el mensaje, va a resolverse a partir de la consulta con las gentes las grandes obras, y lo que aquí han dicho los compañeros y yo los refrendo, los estertores que hoy estamos viendo son la resistencia al cambio, la resistencia al cambio, un cambio trascendente, el primero o el primer principio fundamental que va a verse en el cambio es separar el poder político del poder económico, y esto es justamente lo que se ve con mucha claridad en este tema de la decisión del aeropuerto.
Muchas gracias”.