Hermosillo, Sonora, 27 de agosto de 2023.
“Estamos listas, seguras para iniciar el ciclo escolar” el lunes venidero, aseguró Adriana Rodríguez, joven y competente directora en la Primaria “Enriqueta de Parodi”.
Pero luego admitió sin cohibirse, en concordancia con las maestras de su escuela, que había algo de incertidumbre entre ellas; “todavía no me siento completa”, falta conocer más los nuevos libros de texto, explicó una colega suya, pero sin tono pesimista, pues está convencida que sobre la marcha irá adentrándose más en su conocimiento, apropiación y usos didácticos.
Cabe destacar la autocrítica y honestidad de la referida maestra que, a mi modo de ver, resulta natural a la luz de un modelo educativo de nueva generación, que habrá de cotejarse, ajustarse y validar la viabilidad de sus postulados pedagógicos, considerando con responsabilidad ética las lecciones de su puesta en práctica en las aulas, con la participación, experiencias y voces de las niñas, niños y demás jóvenes involucrados.
Con todo, cabe remarcar que las escuelas ya están listas, con suficiente cobertura para garantizar el derecho superior de la niñez a cursar la educación básica y fortalecer sus trayectorias académicas.
Se espera recibir a miles, sí miles de alumnos, arriba de 516 mil, para ser más precisos, de nivel preescolar, primaria y secundaria, tanto públicas como de gestión particular.
Todas, todos ellos, tienen una cita mañana lunes 28 de agosto, cuando la campana de la escuela llame a primera hora a formarse en sus filas respectivas.
Para ello, importa destacar, que los centros escolares ya están prácticamente al día, en cuanto a servicios esenciales, maestros, directivos y dotación de materiales de enseñanza, entre otros insumos básicos para la buena marcha de las escuelas.
En cuanto a higiene, cabe remarcar que no pocos centros escolares lucen suficientemente aseados, lo que se explica en buena medida por la respuesta ejemplar de madres, padres, familias, maestros y funcionarios educativos, que hicieron eco al llamado del Secretario de Educación, Aarón Grageda y, sin pensarlo mucho, tomaron en sus manos la propuesta “Pilas con el Aseo”, se hicieron de utensilios de limpieza y se aplicaron en las escuelas de sus pupilos con ánimo colaborativo, dejándolas en condiciones saludables, aseadas y habitables.
Por lo que hace a las maestras y los maestros, tras cinco días al hilo de talleres académicos, del 21 al 25 de este mes, en los que examinaron colectivamente los materiales de enseñanza, dialogaron entre ellos con conocimiento de causa, organizaron y trazaron la hoja de ruta pedagógica, todo en un marco de autonomía plena. Un director de escuela indígena, con sede en el Poblado Miguel Alemán, dijo con voz segura: “Aquí estamos listos para arrancar, no falta ningún maestro, ya estamos en la distribución de los libros y la escuela casi está lista… ya andan dando servicio a los aires acondicionados y hoy mismo acabamos con la limpieza”.
No hay en el director aires de autocomplacencia que, dicho sea de paso, iba y venía de un punto a otro; coordinaba la entrega de libros, cuidaba de las actividades de limpieza y atendía a madres, padres y familias. Todo eso, yo lo vi con ojos propios, no lo supe de oídas; nadie me lo contó, en la visita de acercamiento en la escuela de referencia, que lleva por nombre “Tomás Martínez Cruz”, santuario de niñas y niños indígenas, en el que una docena de profesores toman en sus manos la formación básica de casi 300 menores inscritos, que ya se ven rondando dentro de la escuela, en apoyo a las actividades de limpieza o acompañando a sus progenitoras, quienes conversan con las maestras o salen de la escuela con los libros de texto entrelazados con sus brazos.
En la cancha cívica de la misma escuela, la supervisora Monserreth se ve optimista. Anticipa un arranque escolar terso, sin sobresaltos ni contratiempos, conforme al calendario escolar y apegado al marco normativo que, entre otras disposiciones, establece el derecho superior de los niños a recibir educación y los materiales de enseñanza en tiempo y forma. Adelantó que los nuevos libros de texto, si bien ya fueron entregados, no harán uso de ellos sin antes reunirse con las familias, no sólo para dar la bienvenida, sino también para hablar con ellas y proporcionarles información sobre los libros referidos, lo que habla muy bien de los maestros y revela además su alto nivel de conciencia, apertura y sensatez, respecto al derecho de las familias a estar informadas oportunamente.
Cabe recordar, que las familias y sus comunidades constituyen un factor clave en la formación de los menores y ambas están llamadas a ser parte activa en el proceso de transformación educativa en marcha, que se fundamenta y orienta en la Nueva Escuela Mexicana, con el plan de estudio, contenidos programáticos y libros de texto asociados a ella.
¡VIVA LA NUEVA ESCUELA MEXICANA!
¡VIVA LOS LIBROS DE TEXTO GRATUITOS!
¡POR LA EDUCACIÓN AL SERVICIO DEL PUEBLO!
Nota: El autor es Subsecretario de Educación Básica de la SEC en Sonora.