Hermosillo, Sonora, 29 de octubre de 2023
El precedente viernes por la mañana y también la tarde, miles de directores, maestros, asesores pedagógicos y supervisores de educación básica se reunieron para realizar la segunda sesión ordinaria del Consejo Técnico Escolar, que tuvo lugar en los centros educativos de las zonas escolares de su adscripción.
Cabe destacar que también se contó con la participación de maestras y maestros de colegios de gestión particular. Asimismo participaron decenas de jóvenes normalistas, que están en proceso de formación como futuros profesores de educación básica.
La determinación de hacer partícipes a estudiantes normalistas, a mi modo de ver, es una decisión muy oportuna y un gran acierto, ya que ponen al día su formación, en contacto directo con el cambio educativo en curso y su movimiento de gran transformación pedagógica.
Recordar que dicha transformación pasa por la aplicación de un nuevo marco curricular, nuevas formas de organizar la enseñanza y el aprendizaje; nuevos escenarios de intervención educativa y otras vías de acercamiento al conocimiento escolar, que pone énfasis en la enseñanza situada, ya en el aula, la escuela y la comunidad; o sea, en el entorno cotidiano de alumnos y profesores, familias y comunidades.
La agenda de trabajo versó sobre el análisis de la integración curricular, la planeación didáctica, la metodología de proyectos, además de examinar las distintas barreras que limitan o impiden el aprendizaje de alumnos con alguna condición especial.
Entre los materiales de estudio, diálogos críticos e intercambios de opiniones, figuraron las orientaciones, videos, testimonios de experiencias docentes y textos especializados, entre otros insumos didácticos.
Como de costumbre, ahí estuve a primera hora, atento para el pase de lista, en la primaria federal “Leona Vicario”, situada al norte de Hermosillo, en una colonia de larga data, que inició como una invasión, con una escuelita de cartón.
Pero hoy por hoy es una escuela potente, con un arraigo social envidiable, pero pienso yo, lo mejor es su gente: jóvenes maestras, maestros y un director competente, arropado además por valerosas mujeres: madres de familia todas, que aprovechan las horas en que los maestros están en Consejo para hacer arreglos, limpieza y hermosear su escuela.
Todo eso yo lo vi; no fue de oídas; lo reconocí y agradecí directamente. Pero además expliqué que cuando la familia está cerca de la escuela y pone su granito de arena para su bienestar, propicia una relación positiva en el desempeño educativo de sus pupilos.
EL CAMBIO EDUCATIVO: ¿QUÉ NOS TOCA A NOSOTROS?
Quienes servimos como funcionarios de la educación pública, hoy por hoy, formamos una generación privilegiada, la generación de la transformación educativa.
No todas, en poco más de dos siglos de vida educativa han tenido ese privilegio. A lo sumo, sólo cinco han vivido en carne propia un verdadero cambio educativo profundo e integral, aunque los resultados prácticos casi siempre han estado por debajo de lo esperado.
Ahora toca a nosotros vivir un nuevo Cambio Educativo, auspiciado por Andrés Manuel López Obrador y su Gobierno de la Cuarta Transformacción, que ha propuesto refundar la escuela de educación básica, transformándola desde su raíz y forma íntegra.
Para eso, se ha formado la Nueva Escuela Mexicana, con un modelo pedagógico innovador, que parte de un currículo integrador, desarrollado mediante una metodología de proyectos, que sitúa las enseñanzas, los saberes y aprendizajes en tres escenarios vinculados naturalmente: el salón, la escuela y la comunidad.
¿Qué toca a nosotros como responsables de la gestión educativa estatal? En principio apoyar a nuestro presidente AMLO, uniendo voluntades, esfuerzos e inteligencias, además de convicción y actitudes positivas ante la transformación educativa.
Adentrarse en los procesos, documentarnos debidamente, dar seguimiento, acompañamiento a los colectivos escolares, participar de los consejos técnicos nacionales, de zona y, sobre todo, de escuela, así como dialogar con conocimiento de causa.
Así, creo yo, mandaremos una señal contundente de apoyo efectivo a nuestro presidente; ponemos nuestro granito de arena y agregamos valor a la educación pública.
De ese modo, pienso, creo y siento, que también estaremos en vía de una verdadero cambio de la gestión educativa, que comienza primero con un cambio de actitudes positivas, empáticas y asertivas.
¡POR EL BIEN DE LA 4T, LA UNIDAD ES PRIMERO!
Nota: El autor es Subsecretario de Educación Básica de la SEC en Sonora.