Por José Guadalupe Montaño Villalobos
Hermosillo, Sonora, 12 de septiembre de 2024
El pasado lunes se llevó a cabo la celebración del XX Aniversario de la agrupación Escritores de Sonora (ESAC) en el auditorio de posgrado del Colegio de Sonora de esta capital, que lució lleno con quienes acudieron al atento llamado que hizo la presidenta Blanca Rosa López Martínez, quien merece una felicitación de todos nosotros como socios del organismo por su capacidad de convocatoria, cuya invitación estuvo suscrita también por el Colegio de Sonora, el Instituto Sonorense de Cultura (ISC) y la empresa Martín Rea.
En el acto, me ubiqué muy cerca de la llamada mesa de honor, de manera que desde un lugar privilegiado pude apreciar el desarrollo de esa celebración que se inició con la magnífica interpretación al piano de la escritora Irene Murillo Chisem y con la lectura de un fragmento del acta de la fundación de ESAC, el nueve de septiembre de 2004, para luego presentar a las autoridades que asistieron, señaladamente, el rector del Colegio de Sonora, José Luis Moreno Vázquez, y Lorena Enríquez Nevárez, representante de la Directora General del ISC, Guadalupe Beatriz Aldaco Encinas.
Hay que reconocer el tino de la directiva de ESAC para organizar un programa muy completo, el cual consistió en un conversatorio sobre el origen de la asociación, la entrega de preseas a miembros fundadores, entrega de una presea al escritor homenajeado Emilio Burgos Robles, entrega de medalla a Carlos Moncada Ochoa, Decano de los escritores del estado de Sonora, por el escultor Óscar Cedillo, y las palabras de agradecimiento de Blanca Rosa López, presidenta del Consejo Directivo de la agrupación, que cerró las actividades formales, para dar paso al brindis de honor, que todos disfrutamos por un buen rato.
EL CONVERSATORIO
Me gustó mucho el conversatorio sobre el origen de ESAC que fue coordinado por el escritor Ernesto García Núñez, con la participación de Alba Brenda Méndez Estrada, Fortino Corral Rodríguez, Gloria del Carmen Barragán, y del propio moderador, quienes expusieron sus experiencias como fundadores y directivos de la asociación de Escritores de Sonora.
Ernesto García Núñez reveló que, a fines de julio o primeros días de agosto de 2004, en plenas vacaciones, estaban tomando un café en su casa Fortino Corral y él, y que la idea inicial, que fue de Fortino, era revivir a la llamada Sociedad General de Escritores Sonorenses (SOGES).
Señaló que ninguno de los dos pertenecía a la SOGES, pero sentían la necesidad de que los escritores estuvieran agrupados con algunos objetivos. Comparte sus pasos iniciales: “Fuimos a hablar con Gerardo Cornejo, que de alguna manera era líder moral de los escritores, pero dijo que el presidente era Raúl Acevedo Sabín, y que por estatutos a él le correspondía convocar a asamblea. También fuimos con doña Carmen Flores de Soler, quien había sido la anterior presidenta de esa agrupación, y nos dijo lo mismo que Gerardo. Luego nos entrevistamos con Raúl Acevedo y no pudimos convencerlo de revivir la SOGES”.
“Entonces le dije a Fortino que no teníamos otra salida más que formar otra asociación. Y me puse a redactar los estatutos y el día 9 de septiembre del 2024 formamos Escritores de Sonora, A.C. Fortino Corral le puso el nombre y a mí me pusieron de presidente”, relata quien fue el primer presidente de ESAC, en cuya gestión se inició el Festival de la Palabra, Encuentro de los que escriben con los que leen, entre otras muchas actividades de carácter cultural.
Por su parte, Fortino Corral destacó que ESAC tiene una vocación marcadamente social pues además de apoyar a sus miembros en la publicación de libros realiza actividades de fomento a la lectura en escuelas de nivel medio, medio-superior y superior. Resaltó que la actividad más importante que lleva a cabo es el “Festival de la palabra. Encuentro de los que leen con los que escriben”, el cual está orientado también hacia la sociedad. Reconoció la importancia del apoyo de varias instituciones culturales y educativas, especialmente la Universidad de Sonora, Colegio de Sonora y el ISC. También indicó que eran notorios los resultados por lo que la Asiciación merecía que se le siguiera apoyando. Finalmente recordó que el Festival de la palabra se había convocado esta vez a nivel nacional y propuso que en los próximos años se proyectara como un evento internacional (hispanoamericano) y que para ello era muy importante que las instituciones mencionadas mantuvieran y fortalecieran su apoyo, y se involucrara además a la iniciativa privada.
MIEMBROS FUNDADORES
En el desarrollo de esta conmemoración, se entregaron preseas a los miembros fundadores, en primer lugar, a los integrantes del primer Consejo Directivo, a saber: Ernesto García Núñez (presidente), José Esteban Domínguez Ibarra (vicepresidente), Gloria del Carmen Barragán Rosas (secretaria), y Miriam Otilia Vivian Galaviz (tesorera).
Asimismo, a los socios fundadores de ESAC, José Luis Barragán Martínez, Rosario Fortino Corral Rodríguez, Francisco González Gaxiola, Alba Brenda Méndez Estrada y Manuel Ignacio González Espinoza.
La presea que correspondía a Laura Delia Quintero García, quien falleció el 9 de abril de este año, la recibió su nieta Laura Guadalupe Hadad.
En el evento, se hizo mención de Juan Manz Alanís y Javier Méndez Morales, socios fundadores, que no se encontraban en la celebración por motivos personales.
JUSTO RECONOCIMIENTO
Como parte del programa, se entregó la presea al escritor homenajeado, Emilio Robles Burgos, quien forma parte de Escritores de Sonora desde 2005, ya que se consideró que su trayectoria lo hace merecedor de la presea ESAC y el reconocimiento de los integrantes de esta asociación.
En forma previa a la entrega de la presea, se dio a conocer su semblanza, en los siguientes términos:
Entre su obra publicada están: Los de arriba, donde recupera las historias, el lenguaje y las costumbres de la sierra sonorense, en particular de Nácori Chico de donde es oriundo; Memoria fotográfica de Nácori Chico, Escritos al vuelo, Retrato hablado de Enrique Rodríguez, Retrato hablado de Marco Antonio Valencia, Retrato hablado de Abelardo Casanova y Conversaciones entreveradas que es un compendio de entrevistas a personajes de la vida nacional con distintas disciplinas y expone en su obra su conocimiento en el tema de las entrevistas; en él recoge entrevistas de personalidades como Sergio García Ramírez, Rolando Cordera y la traductora italiana Bárbara Bertoni.
En su Editorial Garabatos ha publicado más de 150 títulos. Ha incursionado en radio, televisión, periodismo y en educación. Fue director de Radio Universidad. Ha trabajado como guionista y productor de programas de radio y televisión en diversos medios y el papel que jugó en la confección de la cuadrícula del periodismo y como mentor de la universidad Kino. En su labor periodística resaltan entrevistas a personajes como Felipe Calderón y el oportuno reportaje sobre el asesinato de Luis Donaldo Colosio.
Al recibir la presea, Emilio Robles Burgos hizo algunas reflexiones sobre el oficio de escribir. Expresó “que el escritor debe escribir sin esperar elogios ni alabanzas, siempre trabajar sin aplausos… para el propio disfrute, para nadie más… La publicidad, la admiración, la adulación o estar a la moda son inútiles… Esforzarse por hacer una pieza literaria duradera es el propósito de un buen escritor. Si la escritura es buena durará en tanto haya humanos que lean. … Mientras que no hay quien abra un libro, será letra muerta”.
DECANO DE LOS ESCRITORES SONORENSES
Muy merecida la entrega de medalla a Carlos Moncada Ochoa, Decano de los escritores en el Estado de Sonora, por el escultor Oscar Cedillo, para lo cual se expuso lo siguiente:
“Es un gran honor para escritores de Sonora contar entre sus socios activos al licenciado Carlos Moncada Ochoa, oriundo de Ciudad Obregón, Sonora, quién, además de ser un periodista reconocido es escritor de novela, cuento, poesía y tiene alrededor de 44 libros publicados de narrativa, crónica, periodismo, investigación artística, historia política y de instituciones. Es el DECANO de los escritores del estado de Sonora y hoy recibe una medalla, como reconocimiento a su trayectoria en las letras por parte del escultor Oscar Cedillo”. Suscribo las palabras que anteceden.
El licenciado Moncada recibió la medalla aludida y no tuvo tiempo de sentarse, pues de inmediato le pidieron hacer uso de la palabra, lo cual parece que lo sorprendió, pero aprovechó esa circunstancia para agradecer la distinción de una manera muy peculiar, pues con un gran sentido del humor, que fue muy bien recibido por los asistentes, platicó que cuando tenía veinte años, “porque alguna vez tuve veinte años” dijo, lo invitaron al cumpleaños de un amigo y entonces de repente, sin decirle en forma previa nada, lo llamaron a que felicitara en público al festejado, experiencia poco grata que le sirvió para preparar hasta ocho modelos de discursos para utilizarlos en todo tipo de situaciones, como bodas, bautizos, despedidas de soltero, cumpleaños, primeras comuniones, sepelios, etcétera.
Incluso, comentó en broma que durante mucho tiempo tuvo preparado un discurso de agradecimiento al Partido Revolucionario Institucional, primero, y luego lo cambió al partido Morena, por si alguna vez lo llamaban para postularlo como candidato a diputado en alguna legislatura.
Culminó el programa formal la presidenta Blanca Rosa López Martínez con un mensaje en el que resaltó la respuesta tan grande para el éxito de la conmemoración de esta fecha significativa, lo cual, dijo, resulta muy motivante, por lo que agradeció el gran apoyo para ESAC del Colegio de Sonora, del Instituto Sonorense de Cultura y de la Unison, así como la presencia de los asistentes, de los fundadores de la asociación, y la gran disposición de la empresa Martín Rea que ofreció los bocadillos y el vino de honor.