Por José Guadalupe Montaño Villalobos
Hermosillo, Sonora, 24 de febrero de 2024
En términos generales podemos decir que los métodos de lucha legales e institucionales que utilizan las organizaciones gremiales son los siguientes: Negociación y acuerdos. Asambleas, plenos, consejos y congresos. Consultas directas a la base. Manifestaciones y actos públicos. Acción política, social y legislativa. Vinculación con otros sindicatos y demás sectores de la sociedad mexicana. Participación en el ámbito internacional. Utilización de los medios de comunicación y las propias redes sociales. Recurso de huelga, como arma suprema de lucha sindical.
Importa destacar que, de todos los medios de acción sindical ya mencionados, los más importantes de todos, son los primeros, es decir, el diálogo, la negociación, la concertación y los acuerdos, porque son los que concretan las soluciones en una mesa de negociación. En este mismo momento, se están resolviendo millones de problemas en todos los continentes por los métodos anteriores, lo cual es sumamente positivo, pues son instrumentos consagrados de la democracia en el mundo entero, hasta para resolver conflictos de guerra entre las naciones.
LEGALIDAD Y UNIDAD
En las condiciones actuales de nuestro país, los medios que utilicen las organizaciones sindicales para luchar por sus demandas, deben, a juicio de quien esto escribe, fundamentarse en dos principios de subrayada importancia, que están estrechamente vinculados, a saber: legalidad y unidad.
Legalidad. Los medios de acción sindical deben estar sólidamente fundamentados en la Constitución y en la legislación laboral. Es decir, deben ser métodos de lucha legales. No se justifica que los sindicatos se salgan de la ley, porque son organismos protegidos y amparados por nuestro Estado de Derecho. Es impropio dar la espalda a una legislación que tantos años de lucha ha costado.
Algunos están en contra de limitar la lucha sindical a su forma legal, ya que, según afirman, las autoridades y los patrones recurren muchas veces a la ilegalidad para afectar a los trabajadores. Señalan, además, que son los movimientos ilegales los que logran las transformaciones sociales.
En los días que corren, los argumentos anteriores no tienen validez. No se debe combatir ilegalidad con ilegalidad, si se quiere fortalecer un Estado de Derecho y servir con eficacia a los intereses de los trabajadores. Las formas de lucha ilegales sólo se justifican cuando están cerradas las vías legales e institucionales, como sucedía en otros tiempos; pero obviamente no es el caso de México en la actualidad, máxime cuando tenemos un gobierno de acreditado sentido social.
En resumen, son legales: la negociación, la movilización, la huelga en casos extremos, y los otros métodos de lucha ya mencionados; son ilegales, todas las acciones que tiendan a quebrantar el marco de las leyes vigentes.
Unidad. Por otra parte, los métodos de lucha deben fortalecer la unidad de los miembros de la organización sindical. Para saber si un método es correcto, observemos lo que sucede cuando en una delegación o sección (en el caso del SNTE), se acuerdan acciones ilegales, como paros, por ejemplo. Muchos trabajadores se resisten a participar porque no están de acuerdo con esas medidas. Por esta razón se propicia, en numerosas ocasiones, división y enfrentamiento entre ellos. Ocurre muchas veces, también, que quienes conservan su sentido institucional, se ven sometidos a un linchamiento permanente, para obligarlos a cambiar de posición. Esto no puede ser benéfico para la unidad del gremio, ni para la lucha sindical en su conjunto.