El miércoles anterior falleció en Nogales, Sonora, mi hermana querida Martha Montaño Villalobos. Con lágrimas en los ojos y de todo corazón, quiero agradecer infinitamente las palabras de solidaridad y de pésame que nos hicieron llegar personalmente, asi como, por teléfono, WhatsApp y Facebook, una gran cantidad de amigos y amigas, por este hecho inesperado que causó enorme consternación en toda la familia.
Me duele en el alma la partida de mi hermana. Era varios años menor que yo. Ella vivía en Agua Prieta y yo en Hermosillo, pero muy seguido platicábamos por teléfono. Le gustaba mucho leer. Seguramente dejó una biblioteca muy surtida. Cuando hablé con ella por teléfono hace unas cuantas semanas, seis días después de que empezó su enfermedad, le pregunté que si podía comer y me dijo la preciosa: “Claro que sí, invítame a comer y vas a ver”. No sabía yo que no volvería a escuchar su voz alegre, franca, fraterna, solidaria siempre con todos.
Mi señora madre, Belén Villalobos Lamadrid, falleció el 29 de julio de 2002. Mi señor padre, Rubén Montaño Figueroa, falleció el 12 de marzo de 2016. Mi hermana Juana Montaño Villalobos falleció en diciembre de 1981. Mi hermana Martha Montaño Villalobos, quien apenas falleció el 10 de febrero de este año, ya está junto a nuestros queridos padres y hermana Juanita. Les envío de todo corazón, amor y bendiciones.
Hermana querida, cómo te voy a extrañar. Que Dios te tenga en la gloria. Que descanse en paz mi hermosa hermana Marthita. Abrazo solidario para mis sobrinos, sobrinas, hermanos, hermanas y toda la familia.
Hermosillo, Sonora, 13 de febrero de 2021.
