Por José Guadalupe Montaño Villalobos
El pasado viernes 17 de mayo se llevó a cabo la LVIII Sesión Extraordinaria de Consejo Nacional del SNTE, en la que el secretario general del SNTE, maestro Alfonso Cepeda Salas, rindió su informe de labores por el periodo de septiembre de 2023 al mes de abril de 2024 y, como marca el Estatuto, también el Coordinador del Colegiado Nacional de Finanzas, profesor José García Mora, presentó su propio informe del movimiento de fondos. Los concejales aprobaron por unanimidad ambos informes.
Asimismo, durante la sesión se aprobó por unanimidad la respuesta de la SEP al Pliego Nacional de Demandas 2024, el cual fue entregado a la autoridad educativa el pasado 4 de enero del presente año.
En la apertura de los trabajos, el maestro Alfonso Cepeda Salas, secretario general del SNTE dirigió un mensaje que, por su importancia, publico en este espacio de mi columna Hechos y comentarios. A continuación el texto íntegro del mensaje de referencia:
Compañeras y compañeros Concejales.
Siempre es una gran responsabilidad, comparecer ante ustedes; reflexionar y poner a su consideración un balance de los resultados que hemos logrado juntos.
En los últimos cinco años, de conformidad con la nueva legislación laboral, hemos dado pasos muy importantes para fortalecer a nuestro sindicato: con unidad, con democracia, con responsabilidad, con verdadero sentido de dignificación y respeto a los derechos y libertades de los trabajadores de la educación.
Hemos renovado más del ochenta por ciento de dirigencias seccionales, así como prácticamente la mayoría de este Consejo Nacional, a través del voto directo, universal, personal y secreto de nuestras compañeras y compañeros de base.
A este Órgano de Gobierno le ha tocado orientar la estrategia y la acción sindicales en medio de un momento nacional histórico, de profunda transformación nacional, de cambio de régimen, de renovación del sindicalismo, de fortalecimiento de la educación pública, de dignificación del magisterio.
Este Consejo le ha dado orientación y contenido a la estrategia de volver al origen con visión de futuro; de revitalizar nuestras causas fundacionales para fortalecer a la Organización y conquistar nuevos logros. Le dio sentido a la estrategia de volver a nuestro origen popular y progresista para apoyar la transformación del país, al mismo tiempo que profundizamos la democracia del sindicato y lo desplegamos hacia nuevas conquistas.
Este Consejo se pronunció por renovar y fortalecer los principios básicos del sindicalismo: la unidad y la solidaridad, reivindicando en los hechos que: uno somos y todos somos uno.
En este Órgano Nacional de Gobierno Sindical, aprobamos reconstruir nuestra relación institucional con el Estado mexicano.
Hoy podemos afirmar que las definiciones estratégicas llevadas a la acción sindical han dado frutos muy relevantes.
Ha sido tan acelerado el proceso de cambio y la transformación nacional, así como la renovación del sindicato, que no siempre les damos el valor y la importancia que tienen.
Hace seis años, en 2019, de cara a nuestra primera revisión salarial, el ambiente general era de gran incertidumbre; no sólo incertidumbre en el sector educativo y la vida sindical, sino a nivel nacional sobre los cambios que ya se iniciaban.
Nadie en realidad, imaginamos la magnitud de la transformación nacional; y muchos, dentro y fuera del sindicato, esperaban que fuera una etapa de gatopardismo, o bien sólo un proceso reformista típico; algunos incluso soñaban con un regreso al pasado.
En esos momentos de incertidumbre, tomamos las decisiones correctas. Entendimos el momento que se vivía y los desafíos que se aproximaban. Leales a nuestro origen y a las causas fundacionales del SNTE, trabajamos para que la educación al servicio del pueblo se reconociera como el necesario cimiento de la cuarta transformación y al magisterio como aliado confiable y protagonista en la construcción de un nuevo proyecto de nación.
No nos equivocamos. Supimos articular nuestras causas fundacionales, con la construcción de un nuevo momento histórico, con un futuro distinto a los treinta años previos de neoliberalismo.
En lo personal, me siento muy orgulloso de haber transitado esa etapa de incertidumbre y haber contribuido con todos y todas ustedes a colocar al SNTE en la ruta de su propia transformación; con una renovada relación y alianza con el Estado. Porque esta relación y esta alianza, han sido para bien del pueblo de México, para bien de la educación pública y para bien del magisterio.
En estos años, entre muchas otras reivindicaciones:
Logramos la basificación de casi un millón de plazas de trabajadores de la educación. Ha sido uno de los más importantes compromisos cumplidos, puesto que implica estabilidad, certeza laboral, justicia y la posibilidad de que nuestras compañeras y compañeros accedan a servicios médicos y a todas las prestaciones que por ley les corresponden. Convertimos la incertidumbre en certeza.
Alcanzamos incrementos salariales anuales superiores a la inflación y el establecimiento de un piso salarial mínimo de 16,778 pesos. Esta reivindicación salarial beneficia sustancialmente a los docentes de plaza inicial en educación básica y a los trabajadores de apoyo y asistencia a la educación.
Consolidamos las Consultas Nacionales, como procesos de participación, aportación de propuestas que legitimaron y dotaron de sólidos argumentos para conquistar las mejores respuestas contenidas en los Pliegos Nacionales de Demandas.
La realización de estas consultas nacionales desde el año 2019, que son la base para la negociación de nuestras condiciones, derechos y reivindicaciones laborales y profesionales, consolidan los mecanismos de democracia directa al interior de la organización sindical.
Trabajamos por la dignificación y revalorización social del magisterio. Se acabaron los tiempos en que las maestras y maestros fueron estigmatizados; también, revertimos la tendencia de deterioro de las condiciones de vida de los trabajadores de la educación.
Las maestras y maestros participaron y contribuyeron al diseño de un nuevo modelo educativo, expresado en la Nueva Escuela Mexicana; al proceso de diseño, de defensa, distribución y puesta en práctica de los Libros de Texto Gratuitos, así como en la implementación de los nuevos Planes y Programas de Estudio. De esta forma, las niñas, niños y jóvenes de todo el país, tuvieron garantizado su derecho humano a la educación.
Celebramos esta LVIII Sesión Extraordinaria de Consejo Nacional, en un contexto decisivo para el futuro del país. El próximo mes elegiremos Presidente de la República, se renovará el Congreso de la Unión, también 9 gubernaturas y 30 congresos locales.
Estamos ante la elección más compleja y más grande en la historia de nuestra democracia, no sólo por los cargos de elección, sino porque están en juego dos proyectos nacionales, diametralmente opuestos, que vuelven a competir en el marco de nuestra democracia: el neoliberalismo que abanderan los partidos opositores y que busca el retorno de sus políticas que ya fracasaron y causaron severos daños a la seguridad social y los derechos laborales; y el Proyecto de Transformación Nacional con sentido democrático, popular y nacionalista, que busca ahora consolidar el crecimiento económico y el bienestar social.
Las consecuencias de uno y otro modelo para la educación pública y para el magisterio son evidentes: privatización de la educación, de la seguridad social, agravios y agresión a los trabajadores desde el bando neoliberal; rescate y fortalecimiento de la educación pública, respeto y dignificación del Magisterio, desde el lado de la cuarta transformación, en congruencia con nuestros principios que privilegian lo público, lo común y lo colectivo.
Defenderemos sin titubeos nuestros derechos sociales garantizados por la Constitución y seguiremos respaldando la rectoría del Estado en esos ámbitos, por encima de quienes promueven la primacía de los intereses privados.
De cara a las elecciones federales y locales próximas, como magisterio organizado y como sindicato, convocaremos a que se cuide y se fortalezca la vida democrática, convocaremos a que la ciudadanía y el magisterio ejerzan libremente su voto.
Queremos una democracia fuerte que dé sustento a un gobierno popular, que cuenta con la capacidad de profundizar los cambios a favor del pueblo de México, de la educación pública y de las trabajadoras y trabajadores de la educación.
Vamos a cuidar la democracia, vamos a ser protagonistas, vamos a cuidar los legítimos intereses que nos han confiado cientos de miles de trabajadores de la educación, vamos a cuidar el patrimonio de ellos y sus familias.
Nuevamente es este Órgano Nacional de Gobierno Sindical el que marcará la estrategia para salvaguardar con nuestras acciones la esencia y razón de ser del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación: la defensa de la educación y la escuela públicas y la defensa de los derechos de los trabajadores de la Educación.
Compañeras y compañeros:
La unidad y combatividad demostradas por todas y todos ustedes en este Órgano de Gobierno, nos dan confianza para seguir avanzando en nuestro objetivo de transformar a nuestra organización sindical y luchar por más y mejores reivindicaciones.
Esta unidad y combatividad son clave para honrar nuestro origen, principios y causas fundacionales y seguir trabajando por una mejor educación, fortalecer nuestro rol como actores centrales de la transformación educativa y mantener la lucha por mejores condiciones profesionales y nuevas reivindicaciones.
Consolidaremos así un sindicato más unido, más fuerte, más solidario, más combativo, sustentado en la democracia, la representatividad y la unidad sindicales…
¡Pavimentaremos la ruta para darle larga vida al SNTE!