Por José Guadalupe Montaño Villalobos
Hermosillo, Sonora, 2 de marzo de 2025
Aunque respeto cualquier manifestación que mis compañeros trabajadores de la educación realicen en el ejercicio de sus derechos, en realidad, considero que en la iniciativa de reforma a la ley del ISSSTE presentada el pasado 7 de febrero, no hay nada que justifique que se promuevan marchas y otras acciones de ruidosa naturaleza, pues ya quedó plenamente aclarado, por parte del gobierno federal, del SNTE y del Senado de la República, que a los agremiados de base no se les va a descontar nada, al aprobarse la iniciativa aludida, pues según compartió la propia Presidenta: “…a lo mejor la redacción no fue muy clara y los maestros pensaron que se les iba a descontar también a ellos, y no, […] no se les descuenta absolutamente nada adicional de lo que ya en la ley está desde hace mucho tiempo. Entonces, tiene que informarse bien ese tema”. (Fin de la cita).
Por eso, apoyo de manera resuelta lo que nuestra Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo dijo en su conferencia de prensa del jueves anterior, de que no hay necesidad de movilizaciones, pues “no vamos a aprobar nada que ellos perciban que estamos afectando el desarrollo de su vida profesional y laboral. Entonces, para que no se piense que estamos haciendo algo contra los maestros”, subrayó.
Por otra parte, en lo que concierne a la justa demanda de abrogar la Ley del ISSSTE de 2007, también la mandataria federal fue muy clara y convincente en la conferencia de prensa aludida:
“Ayer lo expliqué: las maestras y los maestros desde hace tiempo han estado pidiendo que se revise el régimen de pensiones que, en efecto, es muy injusto. Esta revisión tenemos que hacerla en función de los recursos que tenemos; no podemos prometer algo que no podamos cumplir. Entonces, para eso hay mesas de trabajo y vamos a seguir trabajando con ellas y con ellos”. (Fin de la cita)
En esas mesas de trabajo, tiene una destacada participación el secretario general del SNTE, Alfonso Cepeda Salas, ahora también como senador de la República, quien es él único que ha presentado propuestas de reforma al Régimen de Pensiones tanto de cuentas individuales como del Décimo Transitorio de la Ley del ISSSTE, que son financieramente sostenibles, como lo demostré en mi columna anterior que titulé: “No es de hoy la demanda del SNTE para reformar la Ley del ISSSTE de 2007”.
COMUNICADO DEL SNTE
Cabe mencionar, que ayer se dio a conocer un comunicado, en el cual el SNTE informa que concluyó la integración del Pliego Nacional de Demandas (PND) 2025, que en los próximos días entregará a la autoridad educativa federal, y que el documento fue analizado y aprobado, por unanimidad, durante una reunión de trabajo de los Órganos Nacionales de Gobierno Sindical, encabezada por el secretario general del Sindicato, maestro Alfonso Cepeda Salas, quien reiteró que, desde todos los espacios de su responsabilidad, estará al pendiente de los diversos temas que impactan en la clase trabajadora, especialmente entre quienes se desempeñan en el sector educativo.
De manera particular, sobre el tema que yo abordo en esta columna, se comprometió a “frenar cualquier intento legislativo que lesione los derechos y las conquistas laborales, como ocurrió recientemente con la propuesta de reforma a la Ley del ISSSTE que, con su intervención, fue modificada para no afectar a trabajadores de base, de ningún gremio, ya que contemplaba un aumento a las cuotas de seguro de salud para los derechohabientes”.
Durante la reunión, los asistentes compartieron a su dirigente nacional las inquietudes que han expresado trabajadores de la educación en distintas entidades del país. Coincidieron en que uno de los asuntos más preocupantes es el de las jubilaciones, y en respuesta, el secretario general del SNTE comentó que se preparará una propuesta dirigida al ISSSTE, a fin de organizar mesas de trabajo para revisar el tema y de ser necesario realizar consultas.
LO MÁS IMPORTANTE: EL DIÁLOGO Y LA NEGOCIACIÓN
Nosotros pertenecemos a un gran Sindicato, que no pierde su razón de ser, su esencia misma, y lucha, de manera resuelta, por las demandas de los trabajadores, en el marco de la legalidad.
En cualesquiera circunstancias, por muy difíciles que sean, el SNTE siempre tiene presentes los intereses económicos, sociales, laborales y profesionales de sus miembros, lo cual obliga al sindicato a ser demandante, pero también propositivo y respetuoso de la ley.
En estos tiempos, sobre todo con un gobierno que nos escucha y nos atiende, transgredir el Estado de Derecho, complica la situación y no rinde al gremio frutos mayores.
Es un hecho también, que el SNTE privilegia la negociación laboral, sin prescindir de las otras formas de lucha.
Son bien conocidas las objeciones que se presentan a lo anterior.
Se dice que lo que se debe privilegiar es la movilización, pues ésta propicia posteriormente la negociación.
En incontables casos, se argumenta que sin las marchas o plantones realizados en determinado momento no se hubiera otorgado tal o cual incremento de sueldo.
Expuestas, así las cosas, parece –sólo parece- que tienen razón quienes objetan que en la lucha sindical se privilegie la negociación. Pero no la tienen en lo absoluto.
Veamos el asunto más detenidamente.
En muchas guerras modernas, lo que finalmente abre el camino para la solución del conflicto, es la negociación. Y si la negociación es válida hasta en la guerra, pues es más propia en la lucha social y en la lucha sindical, que cotidianamente encabezan los dirigentes de las organizaciones gremiales.
Ciertamente, en algunos casos, fue la movilización social y la guerra, lo que dio origen al esfuerzo negociador; pero en el mundo se resuelven diariamente una cantidad enorme de problemas sociales por la vía de la negociación, sin necesidad de que muera la gente.
Es propio recordar que, en los hechos, negociar no es claudicar, capitular, rendirse o entregarse. La negociación es una batalla de ideas, de argumentos, de posiciones, en la que, por ningún motivo, deben descartarse los otros métodos de lucha, en los que tiene un alto relieve la movilización en su más amplio significado. Reducir la movilización a las marchas o plantones, equivale a circunscribir toda la medicina moderna, a los beneficios de la aspirina.
En lo particular, no estoy en contra de la movilización, sino de concederle poderes milagrosos para resolver cualquier conflicto social.