El SNTE y las fallas de la USICAMM
Es muy pertinente recordar, que un sindicato es un instrumento de luchas lícitas y defensa laboral; que impulsa acciones reivindicativas; que plantea problemas; que presenta iniciativas; que colabora con la parte patronal, pero defiende los derechos de sus miembros; que dialoga, pero en el marco de la ley, pelea por mejorar las condiciones de trabajo de sus agremiados.
Por ello, me parece más que justificada la firme postura del secretario general del SNTE, Alfonso Cepeda Salas, al demandar que la SEP atienda las deficiencias de la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (USICAMM) que han lesionado los derechos de los docentes y causado gran inconformidad.
El líder magisterial no se anduvo por las ramas y señaló que las reiteradas insuficiencias del personal de ese organismo, representan una “afrenta” para el magisterio y descalifican la nueva etapa de la educación que se está construyendo.
Denunció que dichos servidores públicos han actuado con absoluta unilateralidad en la emisión de lineamientos, criterios y convocatorias, afectando los derechos de los trabajadores de la educación.
Recordó que esa actitud no es reciente, por lo que “este año se ha exacerbado el malestar e incertidumbre de nuestros compañeros. La nueva crisis provocada, una vez más por la USICAMM, está afectando los procesos de registro, tanto para la admisión al sistema educativo, como para la promoción vertical y horizontal”.
Entre las fallas destacan: lentitud del sistema, ya que un trámite llega a tardar horas y hasta días; complicado funcionamiento de la plataforma; horarios reducidos; falta de respuesta y constante mantenimiento de la página, lo que interfiere en los trámites.
Independencia del Poder Judicial
Tiene mucha razón el Ministro Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Zaldívar, cuando afirma en su artículo de hoy en Milenio que: “En un país polarizado, es imposible complacer a todos. En momentos como estos, nuestro compromiso con la independencia judicial es más firme que nunca. El Poder Judicial de la Federación no será utilizado como herramienta del juego político ni perderá su imparcialidad. Seguiremos velando por el respeto de los derechos humanos y del orden constitucional. Esa es nuestra primera y más alta responsabilidad”. (Disponible en: https://www.milenio.com/opinion/arturo-zaldivar/los-derechos-hoy/independencia-judicial-en-serio).
Ojalá que en ese propósito irreprochable, el Poder Judicial no encuentre obstáculos insuperables, a fin de que podamos cultivar la esperanza de que en este país exista algún día, una genuina división de poderes, como una de las condiciones necesarias para una pluralidad y equilibrio democráticos que parezcan y sean verdaderos, ya que nuestro desarrollo político ha tenido un camino muy accidentado, desde que don Porfirio Díaz, en 1909, aseguró que el pueblo mexicano estaba apto para la democracia.
Acerca de la utopía
De conformidad con el Diccionario de la Lengua Española, utopía es un lugar que no existe, un plan, proyecto, doctrina o sistema optimista que aparece como irrealizable en el momento de su formulación. Dice, por ejemplo, que hoy por hoy, la igualdad social es una utopía.
Sin embargo, la utopía es muy útil, pues algo difícil el día de hoy puede llegar a convertirse en una realidad, por medio de la intervención del hombre y desde luego, también de la mujer, siempre y cuando no se desista y se pongan las bases para las acciones del porvenir. Ejemplos existen muchos en la historia y en todos los ámbitos de la vida humana.
En lo personal, he tenido la experiencia en el aspecto sindical, que cuando se discutían los resolutivos para formular las demandas del gremio en algunos plenos o congresos, que me correspondió presidir, en representación del CEN del SNTE, había delegados del magisterio que se oponían a que se acordaran peticiones que ya se sabía que no las obtendríamos en ese tiempo, pero en el análisis siempre llegábamos a la conclusión de que era necesario incluirlas, pues la lucha sindical es un proceso, en el que se avanza por etapas.
En ese sentido coincidíamos, en que lo que ahora no se puede, mañana es posible que sí se reúnan condiciones para obtenerlo, ya que ninguna organización en el mundo consigue de la noche a la mañana todo lo que pide, así recurra a cualquier medio de acción sindical, por lo que era importante dejar los elementos necesarios, a fin de que sirvieran de punto de partida para que en el futuro otros continuaran con esa lucha.
Al respecto, el gran periodista y escritor uruguayo, Eduardo Galeano, fallecido en 2015, autor de “Las venas abiertas de América Latina”, cuenta en una entrevista, que él y un amigo, que era un director de cine argentino, impartieron una conferencia en la Universidad en Cartagena de Indias, y que un estudiante le preguntó a su compañero, ¿para qué sirve la utopía? La respuesta fue estupenda, dice, pues contestó en los siguientes términos: “La utopía está en el horizonte. Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos. Camino diez pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Por mucho que yo camine, nunca la alcanzaré. ¿Para qué sirve la utopía? Para eso sirve: para caminar”. (Fin de la cita)
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